domingo, 20 de marzo de 2011

Belém, Jerónimos, Torres y Pasteles.

Jornada interesante en Lisboa. Uno no puede venir a esta acogedora ciudad y no ir a ver el increible y magnífico Monasterio de los Jerónimos, la majestuosa Torre de Belém y por suspuesto hay que concluir el día tomando unos pasteles en la famosísima pasteleria de "Pasteis de Belem". Para llegar hasta el Monasterio tenemos varias formas de hacerlo, en bus o en tranvía, tanto da moderno o clásico. Para ver cual es la major forma desde vuestro punto de partido de la capital lusa, os recomiendo este site Trasporlis. El recinto del Monasterio tiene 4 elementos, La Iglesia de entrada gratuita, el museo de la Marina, el Museo Arqueológico y el Claustro. Tan solo merece la pena Iglesia y Claustro, los museos no dejan de ser colecciones grandes, poco genero, y algunas veces mal explicado, si tienes tiempo nunca esta de mas visitar un museo, pero si no dispones de todo el día es una actividad que se puede excluir. Las entradas estan incluidas dentro de la Lisboa Card, si bien la Iglesia de los Jerónimos no tiene ningún coste. El Monasterio es un lugar increible de estilo Manuelino donde descansan ilustres de Portugal como Camões, Vasco da Gama, Pessoa o Alexandre Herculano.

Una vez fuera del monasterio, tras cruzar un pequeño jardín tenemos que pasar por un paso subterraneo para llegar al Monumento a los Descubrimientos. Mientras me dirigia hacia este monumento para despues ir a ver la Torre, me encontre con un matrimonio catalán muy simpatico, ademas me comentaron que son de los que opinan sobre los hoteles, comentan en las guias de viaje, y cuando algo no esta bien, se lo dicen al editor, así que les doy un 10 y agradezco el rato que pasamos debajo de la entrada de un parking mientras la lluvia que nos cogió de vuelta de la Torre, gracias también por hacer de fotografos. 

En ese mismo lado de la calle podemos encontrar la fortificación de la Torre de Belém, la verdad esque vista de cerca uno puede valorar mas aún su grandiosidad. La verdad es que merece la pena acercarse hasta aquí, tanto el Monasterio como la Torre uno no puede dejar de verla. Se puede visitar por dentro y su precio esta incluido en la Lisboa Card. Aviso a navegantes, las colas pueden ser muy largas, así que recomiendo paciencia, y si vais en verano, una botella de agua para la espera.


A la vuelta es de visita obligada, tanto por su interés tursítico, como gastronómico, la famosa pastelería de Pasteles de Belém, casa fundada en 1837, aquí se elaboran los famosos pasteles de Belém con la receta tradicional. No atiende Dulce, relaciones públicas y nos invita a una famosa bica con un pastelito, super bueno por cierto. La receta fué vendida al comerciante Alves da Silva en 1820-1834 fecha en la cual empieza su elaboración a pequeña escala. La pasteleria en si se funda en 1837. La receta es secreta, tan solo la conocen 4 maestros pasteleros, que han firmado ante notario que no pueden transmitir a nadie la misma, en la actualidad uno de ellos está jubilado. Otra característica es que ellos 4 no pueden ni comer juntos ni viajar juntos.
La pastelería tiene una producción media de 18.000 pasteles por día, siendo el record 54.000, un mal dia pueden llegar a fabricar mas de 10.000. Sus amplios, sencillos pero bonitos salones que hacen como un laberinto, pueden llegar a albergar a mas de 350 personas senatas en sus mas de 6 espacios.
Café + pastel unos 2 euros. Os dejo la receta.
A la vuelta podemos ir en bus hasta Cais do Sodré, y en cinco minutos llegamos de nuevo la plaza de Comercio.

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