La residencial S. Jorge situada en Alexandre Herculano era mi destino. Una vez allí en la recepción se encontraba un señor que podía ser el recepcionista de four romos pero con 20 años más. Durante el check-in me encontré dos chicas que habían viajado conmigo en el tren, en el mismo vagón. Estas dos chicas de Rusia Anya y Tatiana se encontraban dando una vuelta por Portugal, dio la casualidad que una de ellas estudia español en Moscú, hablamos y quedamos para cenar esa noche. Hice el check-in el recepcionista me explico ciertas cosas del residencial, este es un sitio super antiguo con aspecto de película de miedo, un edificio de hace muchísimos años sin ascensor. Tras pagar me acompaña a la habitación, un detalle la verdad. La habitación era grande, con 3 camas una tele de cuando Carpanta y un cuarto de baño un poco asquerosito, me doy una ducha y bajo a por mis amigas rusas. Nos vemos en la recepción y decidimos ir a por una francesinha, era tarde, pero bueno el señor que nos atendió nos recomendó un sitio que yo también os recomiendo, CAFÉ CLASSICO, está en la rua Passos Manuel 198, unas francesinhas increíbles y nos costó cenar (francesinha+2 imperiales) 7€ persona, y lo que me pareció más genial fue que nos dio la tarjeta de cliente. Una vez acabamos, le preguntamos donde ir a beber unas imperiales, nos indico cerca de la Galeria de Paris, fuimos a unos bares con un ambiente magnifico y un buen rollo increíble, llegamos a uno que te venden los litros a dos euros te dan los vasos y cada uno a su ritmo. Sin embargo el cansancio y la lluvia nos animo a volver al residencial, Porto de noche es una ciudad donde hay que ir y disfrutar.
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